Cómo la Conectividad Está Transformando el Sector Petrolero en Latinoamérica
La posibilidad de tener una conectividad eficiente y confiable permite que las empresas petroleras logren ahorros sustanciales en sus costos y una mejor rentabilidad en sus plataformas costa afuera tan en auge en Latinoamérica.
La evolución de la conectividad está permitiendo que cada vez más empresas opten por digitalizar sus operaciones y aprovechen así el potencial de las tecnologías digitales, que actualmente son indispensables para la mayoría de las actividades económicas del mundo, entre ellas la industria del gas y petróleo.
El impacto de la pandemia de 2019 generó que el sector del gas y petróleo debiera implementar nuevos modelos operativos, especialmente en los yacimientos costa afuera (offshore), y adentrarse aún más en la digitalización de sus procesos para ser más eficiente y así lograr ahorros sustanciales en sus costos y mejorar la rentabilidad.
En concreto, la conectividad le permite a las empresas petroleras implementar en sus activos offshore herramientas como los gemelos digitales (representación virtual de un objeto o sistema que abarca su ciclo de vida, se actualiza a partir de datos en tiempo real y utiliza la simulación, el machine learning y el razonamiento para facilitar la toma de decisiones), el monitoreo inalámbrico de sensores en pozos y hasta el análisis de datos de campo constantes para el impulso de un diseño de sistema más eficiente, con tasas de recuperación más altas y una mayor seguridad en la navegación de internet.
Las compañías propietarias de plataformas costa afuera podrían generar más de un terabyte de datos a raíz del enorme volumen de información que producen, que va desde la presión y la temperatura de las refinerías hasta la profundidad y localización de los pozos. Sin embargo, debido al tiempo que demora enviar datos desde el mar a instalaciones en tierra para su procesamiento, solo se logra extraer valor de una pequeña fracción de ellos, por lo que se podría lograr una mejora en la eficiencia operativa muy importante, ya sea desde el análisis de rocas para perforar pozos de petróleo, los modelos de yacimientos para sacar el máximo provecho a la producción a lo largo de la vida de un yacimiento de petróleo o la automatización que aumenta la seguridad y eficiencia de las operaciones y mejora sus costos.
Juega un papel crítico la capacidad de las computadoras, tanto en la nube (data center) como en el borde (de una red, más cerca de la fuente de datos), para aprovechar el potencial de toda esta información aplicando estas nuevas tecnologías. Incorporar la potencia informática en el borde permite a las instalaciones marinas gestionar de manera más eficiente los datos que están generando, haciendo posible que se procesen y ejecuten localmente. Estos datos luego se pueden transferir a la nube para un procesamiento y almacenamiento adicionales.
No obstante, es más crítico aún contar con un servicio de conectividad satelital que permita operaciones rápidas, eficientes, dinámicas y confiables hasta en los sitios más inhóspitos del planeta, tal como ofrece SES con sus más de 70 satélites en dos órbitas diferentes, para ayudar a la industria petrolera.
Crecimiento junto a la digitalización
A pesar de la COVID-19, durante la última década América Latina emergió como un actor global prominente en los mercados petroleros, principalmente después de que comenzó el auge de la explotación offshore del Presal, reserva de aguas profundas ubicada bajo una gruesa capa de sal en el litoral brasileño (Atlántico).
Así, Brasil pasó a registrar la segunda mayor reserva de petróleo de la región, con un total de 12.700 millones de barriles, naturalmente después de Venezuela, miembro fundador de la OPEP, que posee yacimientos que acumulan un total de 303.500 millones de barriles.
Latinoamérica representa casi una quinta parte de las reservas mundiales de petróleo, ubicándose sólo detrás del Oriente Medio en términos de volumen. Y las previsiones son muy alentadoras. De acuerdo a un reporte de Wood Mackenzie, la región alcanzará un nuevo máximo de 14 millones de barriles equivalentes de petróleo al día en 2029, cuatro millones más que en 2020, y las plataformas offshore tendrán un papel fundamental.
“Los yacimientos de aguas profundas y ultraprofundas serán los principales motores del crecimiento, con Brasil como productor consolidado y nuevos países como Surinam y Guyana. Sin embargo, los actores del sector también estarán activos en aguas poco profundas y en tierra firme, destacando en este sentido el aumento de la producción en Argentina, previsto en un 40%”, pronostican los analistas de Wood Mackenzie.
Todos estos procesos de exploración y explotación de pozos petroleros en el mar requieren de un nivel de conectividad excelente para ejecutar operaciones de manera eficiente y más rentable. La transferencia de datos necesita de una solución de red capaz de manejar elevados requisitos de banda ancha tanto en información que sea enviada como recibida, lo que convierte a la capacidad de transmisión en una importante característica de red.
Sin embargo, la alta capacidad de transmisión no es, por sí sola, la respuesta. La latencia (retraso en la comunicación de la red) también es fundamental, ya que permite el trabajo en tiempo real entre equipos en tierra y en el mar, así como proporciona aplicaciones que velen por el bienestar de la tripulación, como por ejemplo la telemedicina a través de videollamadas. El gran reto aquí es que los satélites geoestacionarios no están optimizados para satisfacer estos nuevos requisitos y la conectividad terrestre a menudo no es factible para implementaciones offshore.
SES está cambiando ese paradigma, ofreciendo nuevas soluciones de conectividad para empresas de petróleo y gas en alta mar a fin de aprovechar al máximo la digitalización. Su flota de varias órbitas, ofrece conectividad privada y dedicada que vincula recursos en el borde y en la nube a través de redes de órbita terrestre media (MEO) u órbita geoestacionaria (GEO) o una combinación de ambas. Unidos a su red terrestre global, sus activos satelitales brindan la combinación de cobertura, capacidad de transmisión y latencia necesaria para ejecutar iniciativas de transformación en la nube.
Mayor eficiencia y rendimiento en conectividad
El mercado de petróleo y gas marino en América Latina ya no es solo prometedor en Brasil, con su cuenca presalina, sino que Argentina, Colombia, Guyana, México y Uruguay están avanzando en marcos regulatorios para que las empresas puedan instalar plataformas offshore.
Consciente de ello, SES construyó el sistema O3b mPOWER, que proporciona servicios de conectividad de alto rendimiento.
El sistema O3b mPOWER cuenta con una escala multi-gigabit, con un rendimiento de baja latencia y mayor cobertura. El servicio de banda ancha se puede asignar dinámicamente entre plataformas, asegurando que la capacidad se utilice de manera eficiente, casi en tiempo real, lo que permite que el tráfico se pueda dirigir a cualquier punto final, y posibilita que las empresas de petróleo y gas se conecten sin problemas desde sitios remotos hasta el centro de datos en la nube más cercano.
La digitalización ya está desempeñando un papel clave en la estrategia de los operadores offshore para contrarrestar los márgenes ajustados. Es por ello que SES ofrece una conectividad avanzada y optimizada para la nube ofreciendo soportes de manera única, facilitando importantes beneficios en todo el sector offshore.
La conectividad de calidad es una necesidad para la industria petrolera
La digitalización ha alcanzado un lugar preponderante en las actividades económicas del mundo. Contar con una conectividad rápida, confiable, dinámica y segura es esencial para compartir información, procesar datos y generar desarrollos que permitan ahorros sustanciales en costos y mejorar la rentabilidad de los negocios.
La industria del gas y petróleo suele montarse en sitios donde poseer una alta calidad en la conectividad a internet pasa a ser un reto, sobre todo en las plataformas marinas. Por fortuna los desarrollos tecnológicos actuales permiten a las empresas sortear esta barrera, contando con un servicio de excelencia a cualquier hora y en cualquier lugar.
El impacto de la pandemia de 2019 generó que el sector del gas y petróleo debiera implementar nuevos modelos operativos, especialmente en los yacimientos costa afuera (offshore), y adentrarse aún más en la digitalización de sus procesos para ser más eficiente y así lograr ahorros sustanciales en sus costos y mejorar la rentabilidad.
En concreto, la conectividad le permite a las empresas petroleras implementar en sus activos offshore herramientas como los gemelos digitales (representación virtual de un objeto o sistema que abarca su ciclo de vida, se actualiza a partir de datos en tiempo real y utiliza la simulación, el machine learning y el razonamiento para facilitar la toma de decisiones), el monitoreo inalámbrico de sensores en pozos y hasta el análisis de datos de campo constantes para el impulso de un diseño de sistema más eficiente, con tasas de recuperación más altas y una mayor seguridad en la navegación de internet.
Las compañías propietarias de plataformas costa afuera podrían generar más de un terabyte de datos a raíz del enorme volumen de información que producen, que va desde la presión y la temperatura de las refinerías hasta la profundidad y localización de los pozos. Sin embargo, debido al tiempo que demora enviar datos desde el mar a instalaciones en tierra para su procesamiento, solo se logra extraer valor de una pequeña fracción de ellos, por lo que se podría lograr una mejora en la eficiencia operativa muy importante, ya sea desde el análisis de rocas para perforar pozos de petróleo, los modelos de yacimientos para sacar el máximo provecho a la producción a lo largo de la vida de un yacimiento de petróleo o la automatización que aumenta la seguridad y eficiencia de las operaciones y mejora sus costos.
Juega un papel crítico la capacidad de las computadoras, tanto en la nube (data center) como en el borde (de una red, más cerca de la fuente de datos), para aprovechar el potencial de toda esta información aplicando estas nuevas tecnologías. Incorporar la potencia informática en el borde permite a las instalaciones marinas gestionar de manera más eficiente los datos que están generando, haciendo posible que se procesen y ejecuten localmente. Estos datos luego se pueden transferir a la nube para un procesamiento y almacenamiento adicionales.
No obstante, es más crítico aún contar con un servicio de conectividad satelital que permita operaciones rápidas, eficientes, dinámicas y confiables hasta en los sitios más inhóspitos del planeta, tal como ofrece SES con sus más de 70 satélites en dos órbitas diferentes, para ayudar a la industria petrolera.
Crecimiento junto a la digitalización
A pesar de la COVID-19, durante la última década América Latina emergió como un actor global prominente en los mercados petroleros, principalmente después de que comenzó el auge de la explotación offshore del Presal, reserva de aguas profundas ubicada bajo una gruesa capa de sal en el litoral brasileño (Atlántico).
Así, Brasil pasó a registrar la segunda mayor reserva de petróleo de la región, con un total de 12.700 millones de barriles, naturalmente después de Venezuela, miembro fundador de la OPEP, que posee yacimientos que acumulan un total de 303.500 millones de barriles.
Latinoamérica representa casi una quinta parte de las reservas mundiales de petróleo, ubicándose sólo detrás del Oriente Medio en términos de volumen. Y las previsiones son muy alentadoras. De acuerdo a un reporte de Wood Mackenzie, la región alcanzará un nuevo máximo de 14 millones de barriles equivalentes de petróleo al día en 2029, cuatro millones más que en 2020, y las plataformas offshore tendrán un papel fundamental.
“Los yacimientos de aguas profundas y ultraprofundas serán los principales motores del crecimiento, con Brasil como productor consolidado y nuevos países como Surinam y Guyana. Sin embargo, los actores del sector también estarán activos en aguas poco profundas y en tierra firme, destacando en este sentido el aumento de la producción en Argentina, previsto en un 40%”, pronostican los analistas de Wood Mackenzie.
Todos estos procesos de exploración y explotación de pozos petroleros en el mar requieren de un nivel de conectividad excelente para ejecutar operaciones de manera eficiente y más rentable. La transferencia de datos necesita de una solución de red capaz de manejar elevados requisitos de banda ancha tanto en información que sea enviada como recibida, lo que convierte a la capacidad de transmisión en una importante característica de red.
Sin embargo, la alta capacidad de transmisión no es, por sí sola, la respuesta. La latencia (retraso en la comunicación de la red) también es fundamental, ya que permite el trabajo en tiempo real entre equipos en tierra y en el mar, así como proporciona aplicaciones que velen por el bienestar de la tripulación, como por ejemplo la telemedicina a través de videollamadas. El gran reto aquí es que los satélites geoestacionarios no están optimizados para satisfacer estos nuevos requisitos y la conectividad terrestre a menudo no es factible para implementaciones offshore.
SES está cambiando ese paradigma, ofreciendo nuevas soluciones de conectividad para empresas de petróleo y gas en alta mar a fin de aprovechar al máximo la digitalización. Su flota de varias órbitas, ofrece conectividad privada y dedicada que vincula recursos en el borde y en la nube a través de redes de órbita terrestre media (MEO) u órbita geoestacionaria (GEO) o una combinación de ambas. Unidos a su red terrestre global, sus activos satelitales brindan la combinación de cobertura, capacidad de transmisión y latencia necesaria para ejecutar iniciativas de transformación en la nube.
Mayor eficiencia y rendimiento en conectividad
El mercado de petróleo y gas marino en América Latina ya no es solo prometedor en Brasil, con su cuenca presalina, sino que Argentina, Colombia, Guyana, México y Uruguay están avanzando en marcos regulatorios para que las empresas puedan instalar plataformas offshore.
Consciente de ello, SES construyó el sistema O3b mPOWER, que proporciona servicios de conectividad de alto rendimiento.
El sistema O3b mPOWER cuenta con una escala multi-gigabit, con un rendimiento de baja latencia y mayor cobertura. El servicio de banda ancha se puede asignar dinámicamente entre plataformas, asegurando que la capacidad se utilice de manera eficiente, casi en tiempo real, lo que permite que el tráfico se pueda dirigir a cualquier punto final, y posibilita que las empresas de petróleo y gas se conecten sin problemas desde sitios remotos hasta el centro de datos en la nube más cercano.
La digitalización ya está desempeñando un papel clave en la estrategia de los operadores offshore para contrarrestar los márgenes ajustados. Es por ello que SES ofrece una conectividad avanzada y optimizada para la nube ofreciendo soportes de manera única, facilitando importantes beneficios en todo el sector offshore.
La conectividad de calidad es una necesidad para la industria petrolera
La digitalización ha alcanzado un lugar preponderante en las actividades económicas del mundo. Contar con una conectividad rápida, confiable, dinámica y segura es esencial para compartir información, procesar datos y generar desarrollos que permitan ahorros sustanciales en costos y mejorar la rentabilidad de los negocios.
La industria del gas y petróleo suele montarse en sitios donde poseer una alta calidad en la conectividad a internet pasa a ser un reto, sobre todo en las plataformas marinas. Por fortuna los desarrollos tecnológicos actuales permiten a las empresas sortear esta barrera, contando con un servicio de excelencia a cualquier hora y en cualquier lugar.
La Evolución de la tecnología satelital
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